Thursday, May 31, 2007

El Muchacho de los ojos tristes


Ni una simple sonrisa, ni un poco de luz en sus ojos profundos, ni siquiera el reflejo de algún pensamiento que alegre su mundo, hay tristeza en sus ojos hablando y callando y bailando conmigo una pena lejana que llega a mi alma y se hace cariño.
El muchacho de los ojos tristes vive solo y necesita amor, como al aire, necesita verme como al sol lo necesito yo. El muchacho de los ojos tristes ha encontrado al fin una razón para hacer que su mirada ría con mis besos y mi gran amor.
Ni su nombre conozco y ya quiero volver a encontrármelo a solas y en sus ojos de otoño dormir poco a poco olvidando las horas, yo pretendo saber por qué extraña razón hoy sus ojos no ríen yo prentendo lograr con ternura y amor ver sus ojos felices
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Jeanette

Tuesday, May 29, 2007

Mr.Camping


Si tuvieras que comerte, por dónde empezarías, qué parte comerías, la primera ... la primera ...Si tuvieras que comerte, qué parte elegirías, qué parte comerías, la primera ... la primera ...Yo que he de beber si ya no tengo sed, la lengua me corté y ahí la tienes a tus pies. Yo que he de beber si ya no tengo sed, a lengua me corté y ahí la tienes a tus pies. Si tuvieras que comerte, por dónde empezarías, qué parte comerías, la primera ... la primera ...Si tuvieras que comerte, qué parte elegirías, qué parte comerías, la primera ... la primera ...Yo que he de beber si ya no tengo sed, la lengua me corté y ahí la tienes a tus pies. Yo que he de beber si ya no tengo sed, la lengua me corté y ahí la tienes a tus pies.

El niño gusano

Monday, May 21, 2007

Adios

Otra vez en el tren.

El viaje sigue siendo el natural lugar de este hombre que narra nuestra historia. Los caminos y él parecen ser lo mismo pero ahora le hacen punzante compañía espinas muy clavadas de los dolores viejos, y los muchos amores dejados a la espalda hácenle al corazón el hueco de su ausencia, que nunca cosa alguna hacer pleno podrían, pues al igual que hay luces que dan oscuridades y formas de vestido que desnudan ambientes también hay compañías que nos hacen la soledad más sola pues hacen evidente, en grado sumo, aquello que nos falta a la vez que a la angustia la impotencia de poder alcanzar sólo, sólo, sólo.

El tren con sus bufidos, los humos de las altas chimeneas se pierden en el aire, su atmósfera gris de nuestra tierra que da tristeza al fondo de los montes. La Asturias neblinosa de los ríos negros, el paso va dejando la rural Asturias de la pradera verde; a la quieta figura de la vaca pastando en la ladera, al laurel siempre fresco y a los robles frondosos. El hórreo familiar y los bueyes bufidos del camino, los repajos cerrados por las lluvias de piedra, los montes que amenazan con su altura contender con el cielo, el misterio del valle cercado de si mismo. Un incipiente invierno encierra el horizonte, una cortina de agua camufla con la lluvia en los cristales los contornos borrosos del paisaje, luego, cesa el llover y en un llano del tren vuelve el silencio.

Afuera, unas figuras a lo lejos, quietas y tan fugaces a la visión que quiere aprisionarlas cuánto más cerca están de la ventana. Adentro, una tristeza ahonda, un llano contenido, un viaje sin conciencia de su término claro, un hombre sólo y triste igual que una hoja muerta llevada por el viento.

Mus