Subo al tejado a ver el sol morir, y recuerdo cuando estuviste aquí, a mi lado. Imagino que estarás en un café charlando sobre como hoy te fué en la radio. Y al pensar en tí empiezo a sonreir soñando que te tengo en mis brazos. Y aunque estás mas allá del agitado mar, no puedo evitar el quererte. En 10 días nos volveremos a ver cuando baje del tren en el andén y me beses. Seré el chico mas feliz de la ciudad, y saldremos los dos a pasear de la mano. Después llegará el día del adiós en el que lloraré en el avión al dejarte. Cada noche antes de dormir abrazarás el panda que te dí y yo mi almohada.
Papa Topo
